Labor docente: rol social que construye futuro 

Labor docente: rol social que construye futuro 

Verónica Cabezas, directora ejecutiva de Elige Educar, nos revela una cifra devastadora en esta columna de opinión: un déficit mundial de 69 millones de profesores. Ante esta urgencia, destaca la necesidad de atraer a jóvenes talentos hacia las carreras de pedagogía. Además, propone reconocer el impacto global y las oportunidades de desarrollo profesional que ofrece esta noble profesión.

 

Día a día niños, niñas y adolescentes de todo el mundo son guiados en su proceso educativo por profesores y educadores comprometidos con su desarrollo integral. Su labor es el factor intra-escuela más importante en el logro de los aprendizajes de sus estudiantes, impactando así no solo en ellos, sino que también en sus familias y las comunidades a las que pertenecen. Es por esto que debemos trabajar con fuerza en la valoración de su profesión, que es clave para el fortalecimiento de los sistemas educativos y la calidad de la educación.  

La Unesco ha alertado que existe déficit mundial de 69 millones de profesores, hecho que pone urgencia en la necesidad de atraer a jóvenes talentos hacia las carreras de Pedagogía. Para ello, la valoración social es clave: reconocer el impacto que esta profesión tiene a nivel mundial y las potencialidades de desarrollo profesional que entrega a quienes eligen esta carrera, son algunos de los factores que pueden aportar en este sentido.  

Muchos de los estudiantes que escogen las carreras de Pedagogía lo hacen por la posibilidad de hacer una contribución social, por lo que también es clave reforzar esta idea en la discusión pública con el apoyo transversal de todos los sectores de la sociedad. El valor del rol docente debe ser evidente para que aquellos jóvenes interesados, sus familias y su entorno, tomen la decisión de apoyar este camino vocacional. 

Además, la valoración docente no solo implica un reconocimiento a su esfuerzo, sino que también motiva y fortalece su dedicación a la enseñanza. Esto es un factor relevante al momento de evaluar su retención en el sistema educativo. Porque para mitigar el déficit de docentes no solo es necesario atraer a nuevos profesores, sino que construir las condiciones óptimas para que aquellos que entren a las aulas, se mantengan en ellas.  

Esto es principalmente complejo durante los primeros años de la carrera docente, periodo en el que, por su inexperiencia, requieren de más apoyo. Valorar su labor es también entregarles todas las herramientas necesarias para ejercerla, y en este sentido, los profesores principiantes requieren de un acompañamiento contextualizado que les permita navegar los desafíos de los primeros años de su profesión.  

Las políticas educativas de reconocimiento docente, la discusión pública en torno a la valoración de su rol y gestos como el Global Teacher Prize aportan a reforzar el posicionamiento de los profesores como actores clave del entramado social. Sin embargo, debe ser un esfuerzo mancomunado el reconocer y relevar el valor de la profesión docente, es un deber compartido entre toda la sociedad, y el camino hacia una educación de excelencia comienza con el apoyo y la valoración de aquellos que dedican su vida a formar a las futuras generaciones.