¿Qué entendemos por STEM y cuál es su importancia en la educación del Siglo XXI?

Hablar de STEM requiere saber cómo nace el término. Para conocer un poco más sobre su origen nos remontaremos a la década de los 90´s, cuando funcionarios de la National Science Foundation de Estados Unidos acuñaron este acrónimo para referirse a un conjunto de disciplinas: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (Science, Technology, Engineering and Mathemathics), como una propuesta de solución para diversas problemáticas globales que privilegiara la enseñanza de las ciencias integradas con miras a su aplicación al mundo real.

"Los avances tecnológicos, la necesidad de resolver problemas de naturaleza compleja y la importancia de hacerlo en ambientes creativos y colaborativos es el principal motor para incorporar STEM en la Educación Básica. El propósito de una educación con enfoque STEM es desarrollar mentes abiertas, saberes conceptuales consolidados y una población con capacidades que permitan el desarrollo de la civilización humana con una perspectiva incluyente y sostenible"

Romina Morales, Innovec México

Desde sus orígenes, este enfoque se sustentó en la teoría de un aprendizaje constructivista, el cual busca que las y los estudiantes construyan el conocimiento mientras interactúan dinámicamente con el mundo que les rodea, favoreciendo el desarrollo de conceptos, competencias y habilidades para la comprensión de problemas complejos, así como la capacidad de participar de manera activa en las posibles soluciones de los mismos. Por lo tanto, podemos entender la educación STEM en el contexto de las ciencias integradas como una aproximación a la enseñanza de las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas de forma interdisciplinar, donde la rigurosidad de los conceptos científicos es desarrollada mediante actividades didácticas inmersivas aplicadas al mundo real.

Al llegar el siglo XXI, el concepto STEM tomó fuerza y expandió su alcance, pasando de ser un enfoque que se limitaba a la formación profesional y técnica a su aplicación en aula en sistemas escolarizados como en la educación no formal. En este paso desde la educación superior a los niveles primario y secundario, el concepto de educación STEM fue adquiriendo nuevos matices, según el lugar dónde se abordara. Hoy reconocemos como STEM un movimiento de reforma liderado por políticos y empresarios con foco en la productividad y competitividad nacional, así como también un movimiento educativo orientado a mejorar los aprendizajes de los estudiantes.
Ambas perspectivas conviven y se han enriquecido, dando origen a distintas interpretaciones del contenido, métodos y objetivos de la educación STEM.

El objetivo de la educación STEM es nutrir de recursos humanos creativos al sector de la ciencia y la tecnología, aumentando el interés y desarrollando en los estudiantes las habilidades del siglo XXI necesarias para estimular el crecimiento y progreso científico-tecnológico. Lo anterior se concreta a través de una educación que abarque ciencias, tecnología, matemáticas e ingeniería de manera interdisciplinar, vinculando los contenidos con las experiencias de vida de los estudiantes.

Tal como plantea el National Research Council de Estados Unidos, la ingeniería y la tecnología se presentan junto a las ciencias naturales y se funden en sus objetivos, currículum, instrucción y evaluación por dos razones críticas: reflejar la importancia de entender el mundo creado por el hombre junto al natural y reconocer el valor del aprendizaje y enseñanza integrado.

Podemos concluir que el enfoque STEM aplicado a la educación se encuentra en una etapa temprana en cuanto a su desarrollo metodológico y conceptual, lo que puede complicar su definición. Además, el origen anglosajón de la palabra impide que haya una traducción literal del término y por ello, el concepto de origen se ha generalizado.

Los avances tecnológicos, la necesidad de resolver problemas de naturaleza compleja y la importancia de hacerlo en ambientes creativos y colaborativos es el principal motor para incorporar STEM en la Educación Básica. El propósito de una educación con enfoque STEM es desarrollar mentes abiertas, saberes conceptuales consolidados y una población con capacidades que permitan el desarrollo de la civilización humana con una perspectiva incluyente y sostenible.

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